Mi psiquiatra, psicóloga, terapeuta, maestra espiritual y mentora se llama Rinitis Vasomotora
Hace cuatro horas se ha confirmado: tengo rinitis vasomotora.
Luego he ido a comprar comida, pues la nevera estaba vacía. He aquí mi compra:
Como ya estaba lanzado tras acudir hace dos días a urgencias por el impétigo y empezar a tomar por vía oral y aplicarme por vía tópica antibióticos, quince años después de haber tomado por última vez debido a una infección dental, mi mujer me aconsejó que pidiera cita en mi médico de familia y así lo conocía primero y luego le consultaba lo de la limitación respiratoria.
Si bien es cierto que solo he tomado fármacos en contadas ocasiones durante medio siglo, la aplastante mayoría de veces debido a problemas dentales (¿imaginas el motivo?), no obstante hacía quince años que no tomaba. Pero excluyendo las visitas recurrentes al odontólogo (ay, los malditos azúcares añadidos y libres, perdiendo piezas desde la adolescencia y con la mitad de la dentadura postiza) ya ni recuerdo la última vez que fui al médico. Creo recordar que sucedió hace también quince años, pero al final no era nada.
Es algo que no deja de sorprenderme cuando echo la vista atrás y veo mi vida pasada: atracones de comida basura desde 1997, obesidad desde 2006, unos quince años bebiendo alcohol todos los fines de semana para emborracharme con los amigos, fumando simultáneamente tabaco durante toda la noche (podíamos fumar perfectamente en un viernes o sábado durante toda la noche de borrachera, unos tres o cuatro paquetes), doce años fumando porros, primero de hachís y luego de marihuana a diario...
Supongo que habrá sido una combinación entre buena genética y juventud alocada pero resistente, imagino. O simplemente que debía experimentar y vivir todo eso sin que repercutiera en mi salud. ¿Quién sabe?
La verdad es que todo eso (exceptuando los atracones de comida basura y la obesidad) se terminó de manera directa y radical cuando tuve mi primera experiencia con LSD-25. En ese momento mi psiquiatra, psicóloga, terapeuta, maestra espiritual y mentora se llamó Dietilamida del Ácido Lisérgico. Ni mis lecturas, ni mis prácticas, ni las metodologías implementadas, ni los conocimientos adquiridos, ni mis autores referenciales consiguieron lo que consiguió tres sesiones con Dietilamida del Ácido Lisérgico. No sé lo que pasó en y por mi cabeza. No sé que mecanismos o neurorredes se reajustaron, "recablearon" o reprogramaron por dentro, pero automáticamente y durante el desarrollo de la primera sesión, que se extendió horas con actividad principal directa y meses con actividad secundaria indirecta, suspendí de manera total el consumo de alcohol, de tabaco y de porros. Sucedió el 5 de julio de 2012 y jamás he vuelto a probar el alcohol, a fumar tabaco ni tampoco porros (incluyendo la ingesta de galletas o brownies con marihuana). Tampoco he vuelto a tomar LSD-25 ni drogas de tipo alguno, incluyendo las psicodélicas.
Luego ya no he vuelto a tener un psiquiatra, psicólogo, terapeuta, maestro espiritual ni mentor más hasta finales del año pasado. Esta mañana he confirmado que se llama Rinitis Vasomotora.
Esta magnífica y sin parangón psiquiatra, psicóloga, terapeuta, maestra espiritual y mentora ha conseguido que alcance toda esta lista de logros:
- Exploración de los olvidados límites de la realidad, para averiguar el mecanismo y autocontrol de los procesos psicológicos ansiógenos, aprendiendo a distinguir y diferenciar correctamente el objetivo peligro supervivencial biológico que pone verdaderamente en riesgo la integridad física y la salud, de una hiperactividad pensante, subjetiva, pero irreal.
- Ayuda principal para revertir el trastorno por atracón, mediante una limitación psicológica que disparaba la sensación de asfixia o empeoramiento respiratorio si ingería una cantidad excesiva, no solo de comida insaludable sino también saludable, con lo cual he podido reencontrar a lo largo de cuatro meses la regulación entre apetito y saciedad, comiendo lo justo y reaprendiendo conductualmente cuándo debo parar de comer.
- Simultáneamente a la ayuda anterior se han establecido una serie de pensamientos que me han llevado al lugar al que necesitaba llegar para alcanzar mis objetivos, consiguiendo que deje de ver los productos comestibles ultraprocesados como comida (incluyendo huevos y lácteos que en principio no estaban incluidos ni pensaba quitarlos) y por tanto, no tenga ningunas ganas ni apetito por consumirlos. Aunque sabía intuitivamente que ese era el camino a seguir para obtener el éxito, todo intento por "implantar" esos pensamientos fueron fútiles e inútiles. Ninguna metodología científica o pseudocientífica (y no apliqué ni probé pocas durante tres décadas) me ayudó lo más mínimo, fracasando rotundamente todas, incluyendo las que yo mismo inventé.
- Recuperación, rememoración y reconexión con la espiritualidad profunda, recuperando, rememorando y reconectando con mi centro interior, al desarrollar una serenidad emocional (metafísica), lucidez mental (psíquica) y coherencia celular (física) estable que, si bien había experimentado fugazmente desde la juventud y el comienzo de mi investigación sobre los límites de la realidad, nunca llegó al nivel de profundidad y madurez en el que siento y vivo que se encuentra ahora mismo, aunque siguen existiendo tendencias inerciales de característica residual que todavía estoy soltando y quitándome de encima, dejando atrás, por fin, una década de insatisfacción crónica, irritación, enfado perpetuo e infantil, ataques de ira, agitación, preocupaciones excesivas, inquietud, infelicidad y comportamientos erráticos que me he podido permitir gracias al amor, comprensión, aceptación y presencia de mi mujer, siempre atenta, siempre tranquila, siempre con la palabra adecuada en la boca y los actos más encomiables que existen, de manera desinteresada, bondadosa, empática y afable.
Como se puede apreciar al principio de la compra, también hay seis barras de pan blanco, pero ahora nosotros no consumimos ese tipo de pan. Es para mis nuevos amigos, que siempre se alegran muchísimo de que les lleve pan (aunque se supone que tampoco es bueno, saludable ni aconsejable tanto para ellos como para el río).



















